Situado en el extremo sur de la Avenida da liberdade, Plaza de los Restauradores se considera el punto de partida de la expansión de la ciudad hacia el norte, lejos del cauce del río Tajo.
Una de las zonas más concurridas de la ciudad, conectando la Baixa Pombalina Praça Marquês de Pombal, tiene como símbolo el monumento en forma de Obelisco, erigido en 1886, que conmemora la restauración de 1640 de la independencia de Portugal, de España.
En el pedestal del monumento son dos figuras de
bronce, que representan la victoria y la libertad.